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JUNIO EN EL CAMINO


Nos encanta escribir nuestras reflexiones mensuales y compartirlas con ustedes, pero en este caso nos gustó tanto éste artículo sobre #Kaizen escrito por Marianne Díaz Hernández que decidimos incluirlo sin modificaciones. Trata sobre un método japonés que seguramente muchos asocian con la industria automotriz pero que podría referirse traquilamente a incorporar a nuestras vidas hábitos sustentables como el compostaje:

"Poner un pie delante del otro, una y otra vez: eso es kaizen.

Cuando queremos terminar grandes proyectos, lograr metas importantes o hacer cambios significativos a nuestros hábitos, solemos asumir metas grandiosas, como empezar a ir al gimnasio cinco días a la semana o estudiar un nuevo idioma todos los días. Aunque asumir una mentalidad de cambio es positivo, enfrentar todas nuestras metas como si fueran un enorme cambio a nuestra vida puede resultar contraproducente, porque cualquier pequeña falla o desajuste terminará desmotivándonos.

El principio que rige el kaizen: una serie de mejoras continuas y pequeñas es mejor que un solo cambio grande. Es en ese punto donde nos conviene hablar y pensar en la filosofía kaizen. Kaizen (改善, ‘cambio beneficioso" o "mejora’ en japonés), es un término que significa "mejoramiento continuo", y su aplicación se conoce por las siglas MCCT: "mejora continua hasta la calidad total". En su uso común, es conocida como una estrategia de calidad en las empresas, y es una filosofía que se asocia a la manera de trabajar de ciertos sistemas de producción industrial, tanto orientales como occidentales. El origen de la filosofía proviene de la cultura japonesa, donde se encuentra enraizado el concepto de que cada día debe contener en sí la posibilidad de una mejora.

Sin embargo, el hecho de que no formemos parte de una enorme empresa multinacional no significa que no podamos beneficiarnos de la filosofía kaizen. El principio que rige kaizen es que una serie de mejoras continuas y pequeñas es mejor y más efectiva que un solo cambio grande, y su enorme poder yace en su capacidad para sobrepasar nuestra respuesta natural al miedo y poner fin de este modo a nuestros impulsos de procrastinación. Tememos a los cambios grandes, pero las acciones pequeñas, llevadas a cabo de manera continua en el tiempo, pueden tener un impacto mucho mayor, convirtiéndose en hábitos y generando resultados permanentes."

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